El 18 de octubre marcó un antes y un después en país, tanto así, que desencadenó un proceso constituyente. El pueblo se levantó y desplegó por las calles de Chile miles de demandas ligadas, mayoritariamente, al incumplimiento del Estado y sus gobiernos en lo que a cubrir necesidades básicas y derechos humanos respecta, y exigió la escritura de una Nueva Constitución, pues con la actual no mucho puede cambiar.

Quedan 27 días para que el 4 de septiembre se realice el plebiscito de salida, y el proceso ha estado marcado por la contaminación de información. Las noticias falsas, tal y como lo hicieron durante la dictadura, se han convertido en la herramienta que utilizan quienes temen perder sus privilegios.

Por este motivo, la Internacional de Servicios Públicos, (ISP) en conjunto con el Comité de Mujeres de Chile, levantó este 8 de agosto el taller “Herramientas para el despliegue y propaganda de la Nueva Constitución”, en la sede de Fenpruss. Este encuentro, que también contó con participantes vía Zoom de casi 50 participantes, apuntó a contribuir a la votación informada con la profesionalización del equipo de trabajo de las y los activistas de las organizaciones presentes.

“No es un taller para convencerse de nada”, indicó la facilitadora y directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA), María Fernanda Villegas, pues partió de la premisa de que es obvio que tener una carta magna que derive en más derechos es una buena decisión. En esta línea, y con el fin de entregarle herramientas a las y los sindicalistas para hacerle frente a la legitimidad del proceso, se hizo un bloque con mirada operativa que bajara la información del nuevo texto, y posterior a eso una ronda de preguntas para dar pie a una conversación.

Entre los tips que entregó Villegas para lograr el apruebo en el plebiscito de salida está el apoyarse en la historia constitucional de Chile, el entregar información concreta más que insistir en convencer, en ahorrarse palabras ante quienes no quieren escuchar o ya tienen una decisión tomada –ya que el foco son las y los indecisos-, reconocer a las y los interlocutores para saber de qué artículo hablar o como acercarse, utilizar un lenguaje kinésico y corporal alegre, e internalizar y aprehender el proyecto, ya que todas y todos son parte de este.

Es importante tener en cuenta que el proceso radica en que se pone fin a una etapa constitucionalista que fue sin el pueblo, sin mujeres y solo entre los grupos de poder minoritarios, como lo fue la Comisión Ortúzar. La Nueva Constitución y lo que significó redactarla enmarca la diversidad de conocimientos y experiencias, lo que perfecciona sin duda la democracia, pues sale de la representación indirecta. Y eso es lo que altera.

Los cambios son paulatinos, pero teniendo el compromiso del Estado a hacerlo queda un antecedente del cual afirmarse para fijar las líneas de trabajo. “El 4 de septiembre se inicia el proceso de cambio, pero no termina ahí. Hay que trabajar con convicción y sumar acciones significativas”, afirmó en esa misma línea la vicepresidenta del Comité de Mujeres de la Región Interamericana, Carolina Espinoza.

A las palabras de cierre se sumó la Secretaria Subregional para el Cono Sur, Nayareth Quevedo, indicando que “es necesario romper la burbuja, pues nos estamos jugando el futuro del país que queremos, ahora es cuando. Hay que impregnarse de esperanza y también transmitirla, pues la conquista de la Nueva Constitución es una épica nuestra y no de ellos”.