¡A 25 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing es claro que los desafíos planteados entonces, hoy están más vigentes que nunca!

El pasado 21 de julio de 2020, ONU MUJERES y la Asamblea General de las Naciones Unidas llevaron a cabo una Audiencia Virtual titulada “Acelerar la realización de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”, misma que se realizó en el contexto de la revisión de Beijing+25 y el Foro de Igualdad de Generación.

Dicho evento se desarrolló en paneles de discusión de alto nivel, donde se llevó a cabo un diálogo sobre igualdad de género; se tocó el tema de las voces de las mujeres y niñas y su participación como líderes; lograr la igualdad de género es responsabilidad de todos; la igualdad de género es un motor de empoderamiento de las mujeres y niñas para el desarrollo sostenible y finalmente se habló del futuro y las metas que en la materia se deben alcanzar.

A 25 años de la Declaración de la Plataforma de Acción de Beijing es claro que los desafíos planteados entonces, hoy están más vigentes que nunca, temas como la paridad de género se abordaron para resaltar la situación actual y acelerar las acciones para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas mediante la implementación de la Plataforma de Beijing, la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible en el contexto del 75 aniversario de la ONU y siendo sensibles en la situación de crisis provocada a nivel mundial por el COVID-19.

Es así que los Estados Miembros, al haber adoptado la Declaración Política en la 64 sesión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer reconocen que la educación, el empoderamiento, la participación en la toma de decisiones, el trabajo doméstico, la protección social, el cambio climático, la seguridad social, la salud, la pobreza, y los conflictos armados son temas que afectan en mayor medida a las mujeres y niñas; de ello se desprende la necesidad de que los Gobiernos deben abordar estos temas mediante diferentes acciones que eviten la discriminación, las barreras y los estereotipos mediante mayor financiamiento, políticas públicas, buenas prácticas, fortalecimiento de alianzas con diferentes actores de la sociedad, estrategias para lograr el empoderamiento económico y la no discriminación de las mujeres y niñas, violencia de género, el uso de nuevas tecnologías, generación de investigación que proporcione datos reales sobre la situación que viven las mujeres y niñas y la cooperación internacional para llegar al logro de estas metas, considerando para ello la participación de los hombres en el cambio cultural que se requiere para lograr el empoderamiento y desarrollo de las mujeres y niñas en la sociedad.

Debe considerarse e impulsar el activismo de mujeres jóvenes sin dejar de lado el dialogo generacional, abordar el tema del trabajo no remunerado en el hogar y el cuidado debido a que las mujeres desarrollan el triple que los hombres y la pandemia por el COVID-19 está empeorando esa situación a nivel mundial.

Se hizo importante destacar la necesidad de la colaboración de los diferentes actores de la sociedad para impulsar políticas que mejoren la responsabilidad institucional para transitar a una educación que tenga como objetivo la formación para el trabajo decente y la seguridad económica que permita la autonomía de las mujeres, mediante el acceso al empleo decente, evitar el empleo informal, abordar la crisis climática y ambiental por el porcentaje de mujeres que dependen de actividades como la agricultura, la silvicultura y la pesca. Son muchos los desafíos, pero no son imposibles si todos los sectores de la sociedad asumen un compromiso real con la Plataforma de Beijing y los ODS.


*Por María de Lourdes Zea - Titular ante del Comité Mundial de Mujeres de la ISP, Subregión Centroamérica, México, Cuba y República Dominicana