Internacional de Servicios Públicos La federación sindical internacional de lxs trabajadorxs de los servicios públicos

Hay más que suficiente riqueza en el mundo para que todxs tengan una atención pública de calidad de la salud.

Hace más de 70 años que la Organización Mundial de la Salud declaró que "El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano". Más de 150 países incluyen ahora el derecho a la salud en sus constituciones.

Sin embargo, hoy en día, los resultados de la salud dependen en gran medida de la clase socioeconómica.

Los gobiernos están invirtiendo muy poco. El mito de que no podemos permitirnos más financiación en la salud ha impulsado recortes, la introducción de tarifas para lxs usuarixs y otras formas de comercialización que amplían las desigualdades en materia de salud. El concepto de "acceso" a los servicios de salud está sustituyendo la presión por una prestación universal. Los hospitales públicos están faltos de personal y muchos de lxs trabajadorxs de la salud de primera línea trabajan muchas horas y están muy mal pagadxs.

La expansión empresarial en el sector de la salud está poniendo los intereses de la obtención de lucro por encima de las personas, socavando el compromiso con la salud para todxs. Las asociaciones público-privadas y los servicios privatizados llenan con dinero las arcas de las empresas. Las grandes multinacionales de la salud presionan a los gobiernos, mientras que la Gran Farma manipula las normas comerciales y de propiedad intelectual para proteger sus beneficios monopolísticos.

Más de 150 millones de personas caen por debajo de la línea de pobreza anualmente debido a los gastos de salud financiados de sus bolsillos

La atención privada de la salud no es ni más barata ni más eficiente que la pública.

Los recortes presupuestarios y la búsqueda de ganancias conducen a un número reducido de trabajadores de la salud y sociales, y a modelos de tarifas de usuarixs excluyentes. Sin un mayor compromiso público, no se alcanzará el objetivo del ODS 3.8 de lograr la cobertura universal de la salud.

Algunos de los mitos que impulsan el enfoque de la búsqueda de lucro afirman que el sector privado aumenta la eficiencia. Sin embargo, las pruebas demuestran sistemáticamente que, en el sector de la salud, los costos administrativos y las ineficiencias aumentan a medida que una compleja red de aseguradores, proveedores de servicios de salud y empresas farmacéuticas tratan de extraer beneficios del sistema.

Muchas de las corporaciones involucradas se encuentran entre los peores violadores de los derechos sindicales y laborales. Hacen todo lo posible por frustrar el derecho de lxs trabajadorxs de la salud a organizarse y a negociar colectivamente.

Las corporaciones privadas de salud generan más de 5 billones de dólares en ingresos anuales, con muchas ganancias desviadas a paraísos fiscales en el extranjero.

Lxs trabajadorxs sociales y de la salud son la columna vertebral de la prestación de cuidados. Sin embargo, la OIT ha proyectado recientemente un déficit mundial de más de 18 millones de trabajadorxs de la salud para 2030. Necesitamos que nuestros gobiernos aumenten urgentemente el empleo público en el sector de la salud y garanticen condiciones de trabajo de calidad para atraer a más jóvenes a estas profesiones. En particular, necesitamos más financiación de la salud pública para los países en desarrollo a fin de garantizar que lxs profesionales médicos bien formados reciban incentivos para permanecer y mejorar sus sistemas de salud.

Sin sistemas de salud resistentes, los efectos de los desastres y las epidemias se agravan, lo que provoca más muertes y devastación. Nuestra capacidad para responder a crisis como el brote del Ébola se ve comprometida, en particular en los sistemas de salud frágiles. Además, la prestación de atención médica en zonas de guerra supone un riesgo importante para la vida de los equipos de respuesta en primera línea. Sólo en el primer semestre de 2018, murieron 271 trabajadorxs de la salud. Es necesario reconocer y valorar los heroicos esfuerzos de lxs trabajadorxs de la salud por salvar vidas durante las guerras y los desastres.

La Internacional de Servicios Públicos es el actor clave a nivel mundial, luchando por los derechos de lxs trabajadorxs de la salud y por la atención pública de la salud para todxs

Lxs trabajadores deben encabezar la campaña en pro del derecho a la salud y garantizar la mejora de las condiciones de empleo y de trabajo de lxs trabajadorxs de la salud y asistencia social.

La ISP trabaja con los sindicatos nacionales para construir movimientos que reúnan a las comunidades, los foros de pacientes y las organizaciones de la sociedad civil para exigir la realización del derecho a la salud.

La ISP representa a más de 14 millones de trabajadorxs de la salud en 700 sindicatos del sector salud y social en todo el mundo.

La ISP presiona a las instituciones internacionales para que promuevan medidas concretas que garanticen la protección social de todos los seres humanos mediante la cobertura universal de salud pública y el tratamiento de los determinantes sociales, económicos y culturales de la salud.

Estamos convencidxs de que la atención pública universal de la salud no es un sueño.

Sabemos que hay riqueza más que suficiente en el mundo para lograrlo.

Lucharemos juntxs para crear la voluntad política de ganar la salud para todxs.

Durante la dictadura de Hissene Habre en el Chad, Younous luchó por los derechos sindicales de lxs trabajadorxs de los hospitales. Fue perseguido, despedido de su puesto, encarcelado y torturado. Desde la caída del régimen, Younous ha ayudado a enviar a Habre a la cárcel, y sigue luchando por los derechos sindicales y la atención de la salud para todxs en el Chad